10K BAM de la Municipalidad de Guatemala 2014


Y se llegó la nochecita de correr los 10k nocturnos de la Muni de la Ciudad de Guatemala, que en su tercera edición rompe récords de participación, con diez mil inscritos y quizás la misma cantidad de corredores sin inscribir. Una marejada verde fluorescente que iluminó las calles del Centro Histórico y el corredor central, así como de la Avenida de la Reforma.

Por vueltas ajenas anduve en los linderos de la muni en las primeras horas de la tarde, impresiona la logística y el despliegue de los minions de dark lord arzú armando tarimas (la meta estaba ya terminada desde el día anterior), preparando corrales, toldos y procurando el éxito del evento. La tarde era calurosa, y algunas nubes pintaban de blanco un cielo-fondo de azul intenso. Desde las astas del palacio municipal saludaban las banderas de la patria, el emblema de Santiago y una representando a la carrera.

Regresé a casa, descansé todavía un poco más las piernas, poniéndolas para arriba y dándoles masaje con suavidad. Hasta que dieron las cinco de la tarde en que empecé a prepararme para salir: los calcetines mizuno negros, sin costuras y de "deditos", los new balance 480 -negros y verde fluorescente que había mercado para esta ocasión; una pantaloneta new balance en los mismos colores, una camiseta ajustada de runguate (hay que apretar las gorduras para correr con un poco más de soltura), y encima de todo mi zamarrita del fc barcelona, que AE tuvo a bien traerme de la ciudad condal, con mi nombre y mi 14 cabalístico, que empieza a mostrar el maltrato del tiempo y a desvanecerse el estampado producto de tanta sudada y lavada.

La marejada de muni runners...
Algunos minutos antes de las seis de la tarde, llegué de nuevo a la zona de salida, ya buenos miles estaban dentro del corral único que en esta ocasión habilitó la muni, y varios miles más del puente frente al INGUAT y para atrás. Ingresé al corral, donde traté de estirar un poco (mal) y calentar menos (peor). Y a esperar y esperar y esperar.

Conforme se apuraba el tiempo, el río de gente crecía y crecía. Diez minutos antes de la salida, viendo hacia atrás mis ojos no alcanzaban a ver el final del mar de colores brillantes. Hasta que llegó el momento y largamos! Tres o cuatro minutos tardé, desde mi sitio a un costado del Crédito Hipotecario Nacional en pasar bajo a la salida, desde donde el dark lord en persona saludaba a los corredores. Tiene feeling don mono de oro muchis, hay que reconocerlo, hace contacto visual con la gente, la señala, gesticula, y la bandita muchas veces se emociona, le devuelve el saludo o la sonrisa.

Arzu´s Army
Y empezó la carrera pues, que como bien dijo por allí don Mario Quan y repiten otros: como fiesta y fregadera estuvo bien, pero como carrera estuvo jodida, y me explico: la corrió DEMASIADA gente! Los fácil veinte mil corredores abarrotaron y excedieron la capacidad de las calles. Era muy difícil, no digamos correr rápido sino solo correr. Los más rápidos se desesperaban y buscaban con desesperación rebasar, empujando y lastimando a veces a corredores menos favorecidos. Los que iban más despacito, a veces en parvadas, taponaban grandes porciones de la ruta generando gran congestión.

Y los regulares, como este su servilleta, pues allí iban, tratando de mantener el mejor paso posible en medio del mar y las circunstancias. Entiendo que la muni vendió la idea de la carrera como una fiesta, despojada de competitividad, pero aún así, aunque cada uno de los diez mil corredores inscritos y la otra parte que corrió sin registrarse, se lo hubiese tomado en serio y dispuesto correr a paso relajado, las condiciones son tan disimiles y las velocidades tan contrastantes que el problema persistiría.

Es difícil para el corredor no competir, incluso los chambones como su servilleta, quieren vencerse a sí mismos, en este año y caso particular mi meta era correrla abajo de la hora, y cerca que estuve. Los primeros dos kilómetros logré, a pesar del tráfico, correrlos debajo de los doce minutos, pero llegué al Paseo de la Sexta y la diversión se acabó. Estrecha como quedó luego de su cirugía cosmética, y con los lazos que limitaban el acceso a las banquetas (buena medida, evitaba el paso de peatones imprudentes, que nunca faltan), se corría en fila india, con escasas posibilidades de rebasar. En un poco más de 7 minutos salí de la Sexta.

El running snorlax en su corralito!
Ya en la dieciocho calle se abrió la ruta, y pude apretar, pero qué gentío por los dioses antiguos! (y los nuevos) Subí a la Avenida Séptima y crucé los cinco kilómetros en 30 minutos con 53 segundos: un poco abajo de lo esperado pero todavía corregible. Apreté, me sentía fuerte, en toda la carrera me sentí fuerte, es la primera vez en una competencia de estas en que el cansancio no me alcanza.

Enfilé por la Avenida de la Reforma, kilómetro 7 en 42:58, ese casi minuto me sobraba, pinche sexta! pensé, y mordiéndome los dientes traté de apretar otro poquito, dentro de mis capacidades todavía limitadas. Al final de la Reforma, tengo que señalarlo, un chatío mostraba un cartelón con un aviso sobre la Mayamaratón!!! Ya tengo fecha para montar al dragón de asfalto: noviembre 23 de 2014! Por razones muchas se me hace una fecha venturosa.

Cerca de los lares de Yurrita, vi a mi compañera de universidad y ahora jueza HP, nos saludamos de grito y con esa alegría tomé el rumbo de la Avenida Séptima y el tramo final. En la plaza de la república empezó a sonar en el bunny-ipod el tema de Superman, por J. Williams, que adecuado y estimulante, que evocador de la infancia y de los poderes superiores con los que uno sueña en esos días en estar revestido.

Entonces pasó. Ya lo compartí en el libro-cara, pero lo repito acá.

Un papá iba corriendo, al lado de su hija, una niña de quizás diez años, toda de rosado ella muy coqueta. El papá se la señalaba al público para que le aplaudieran. Yo los alcancé y rebasé, y al pasarlos le aplaudí y eché porras a la nena, que me vio y sonrió desde su carita que era un pequeño sol. Desde que soy padre todos los niños son espejos de mis propios hijos. La sonrisa de esta nena de inmediato me reflejó la sonrisa de mis hijas y el corazón se me estrujó: los colochos de la cuchis de bronce viejo, el pelo de iria como una caída de agua entre las sombras. Los ojos se me anegaron, como lo hacen ahora que lo recuerdo y que escribo estas líneas. Algo se me inflamó en el pecho y corrí disparado con una fuerza y velocidad que en pocas ocasiones he alcanzado.

Corro de mi mismo.

En los linderos del INGUAT vi la cabecita de la cuchis (sobre los hombros de mi hermano o mi primo, no me dí cuenta bien) y el pelo encendido de mi first-born. Sus gritos y alharaca fueron el combustible final para los últimos metros que eran un cuello de botella.

Diez kilometritos se corrieron ansina.
A tres metros de la meta la carrera se paró y con ella mi cronómetro (En 1 hora, 00 minutos y 29 segundos); caminando tuve que entrar a la meta (que gacho!), no había otra manera para pasar sobre la alfombra que detiene la medida del tiempo en el chip. Tiempo oficial 1:00:50! Tan cerca de mi objetivo! Quedo en general satisfecho, sé que con un poquito más de cancha, solo en la Sexta Avenida, seguro hubiese bajado unos segunditos más al crono. Pero queda el desafío pendiente. Posición 1,967 de 10,000 inscritos, nada mal para este running snorlax.

Mi sugerencia para el 2015 es regresar al sistema de corrales y llevarlo un poco más allá utilizando salidas escalonadas, cambiando además el punto de meta a los alrededores del estadio nacional, donde la calle es más ancha y se podría armar una llegada que permitiera fácil y libre acceso a todos los corredores. A pesar de ello, la organización manejó en términos generales bien aquella masa interminable, la hidratación me pareció suficiente y con bastantes puestos de gatorade y agua. Por cierto que esta vez, con la obsesión de bajar el tiempo, no paré ni una sola vez a beber, aunque la sed me alcanzó en la Avenida de la Reforma. En la zona de enfriamiento, sí bebí un vasito de gatorade y una bolsita de aqua. Ya con mi bandita pasamos a una gasolinera donde me patrocinaron bastante más hidratación, de vuelta a casa me dieron una generosa cena de pasta con atún que me supo a gloria y a victoria.

Había pensado que esta edición sería mi última participación: no correrla más sino hasta que alguno de mis hijos la quisiera y pudiera correr. Ahora con la alegría y endorfinas del post-esfuerzo no lo tengo claro. El otro año si los dioses antiguos nos prestan la vida, sopesaremos y decidiremos. Los factores serán precio, recorridos, y si se toman o no medidas para mitigar la congestión.

La medalla, como siempre, era grande y bella, esta incluso brilla en la oscuridad! Una novelería que se mira preciosa entre sus hermanas. Quisiera correr alguna media maratón en abril, pero no la encuentro, por lo que quizás me quede con un fondo monster que me ando pensando para semana santa (rondando los 25 km). Por lo pronto, en el horizonte se me viene, solamente la carrera por la integridad institucional del Organismo Judicial, el último domingo de abril (apenas 5 kilometritos), y en mayo Cobán! Que cumple 40 años y que acometo por segunda vez con miras a bajar mi tiempo de la edición anterior, igualando al menos, el de la Max Tott, hasta ahora mi mejor registro (de snorlax) en esa distancia.

Y eso es todo, este año corrieron muchos más amigos, nuevos corredores, que por los motivos que sean se suman a esta legión que para bien se adueña de las calles y los pasos, que conquista el asfalto y a ellos mismos, que vencen sus tiempos, sus límites y sus temores.

Hasta la próxima entrada.

-Snorlax used rest!
-Snorlax is fast asleep!

Pdta. Les quería compartir, sí, a mis trillizas:



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