Reporte tardío de mi San Silvestre 2014!

La playerita, y ahora que necesitaba trapeador... jojojo...

Tocaba cerrar un año tan bonito y bueno para "el correr" como lo fue 2014: a pesar que en diciembre corrí poco, la carrera San Silvestre me es en especial significativa: es la primera que corrí, compañado de mis buenos amics CR y AE, por lo que quiero hacerla todos los años que caxtoc y los dioses antiguos me presten la vida.

Para inscribirme aproveché un incursión de compras navideñas por los lares de la zona 13, en donde una tienda de deportes tenía habilitada la opción de registro, y así me salvé los quetzalitos del cargo a la tarjeta. Lo hice rápido y fui además pronto por el kit, que era así austero: una playera con el logotipo de la carrera en colores rojo y blanco, el número con chip, los cuatro ganchitos de rigor y dejá de contar. La inscripción costó 75 quetzales, lo que se agradece ante el creciente aumento de la cuotas de las carreras.

Las fiestas me son generosas, como y descanso mucho y de forma inexorable, casi predestinada, subo de peso para fin de año, alrededor de diez hermosas libritas fueron en 2014. Traté, eso sí, de no dejar de correr por completo, aunque fui inconstante y las corridas cortas.

Por allí iba, running snorlax... mírenme las piernas y no la wata!
El día de la carrera, me desperté tarde y me preparé sin prisa: los mizuno wave rider 17, pantaloneta azul nike (la que usé para la maya), y camisa del barcita, de hace un par de temporadas. Decidí correr sin gorra pero con lentes oscuros, y salí pa la calle.

La salida se ubicó esta vez en el Mateo Flores, ya que el recorrido se modificó respecto a años anteriores. Los "corrales" (hombres y mujeres separados, como en los días del colegio) nos encerraron a un costado del coloso, y aunque la zona era ancha, tenía una cierta inclinación que no la hacía el terreno más propicio.

En su afán por acabar con los corredores piratas, la organización cerró la ruta que descendía del puente de Barranquilla, y al momento de dar la salida, se formó un gran cuello de botella en el que se perdieron más de dos minutos, solo para salir de los linderos del Mateo.

Ya sobre la avenida, en ascenso, se hace ostensible que el crecimiento de los corredores no para! Cada vez es más difícil correr la San Silvestre, todavía hace cuatro años que empecé a correrla recuerdo que habían más espacios y los corredores con carreolas y chuchos no estorbaban tanto como lo hacen ahora, en que la cantidad de participantes es tal, que apenas se puede correr con algún mínimo de confort.

Pero bueno, son días de fiesta, pronto estaba ya sobre la mil veces corrida Avenida de La Reforma, tratando de mantener un paso constante, dejando que las piernas calentaran con la rodada. Y en un suspiro era el Monumento a los Próceres de la Independencia, y luego la Avenida de las Américas. Mucha gente a los costados tiraba upas y hurras, bonito se siente, aunque no sean para uno.

El retorno seguía siendo en la Plaza México, con su monumento a Benito Juárez, en esa zona estaba la alfombra de control de tiempos y chips, y el retorno del circuito. Cerca de la plazoleta del "obelisco" estaba el ÚNICO puesto de hidratación en el recorrido de la carrera, tomé una bolsita de agua y unos sorbos, y enfilé Reforma norte.

Algo se ha mejorado, con el paso de los años, porque apenas sentí la Reforma, que antes era un largo camino de martirio. En un suspiro ya estaba cerca del Liceo Guatemala, aprovechando el pronunciado descenso para ganar momentum.

Entrar al Mateo fue más fácil que salir de él, pero entrar a la pista de nuevo costó mucho, perdiendo segundos de oro. Ya sobre la pista todo fue facilidad, una media vuelta para pasar la meta en 1 hora con 18 segundos, bonito, sobre todo si consideramos los minutos perdidos en entrar y salir del coloso de la zona 5.

En la zona de enfriamiento había otro poco de agua, y en masa fuimos saliendo con dificultad
hacia la zona en donde entregaban las medallas. Quería redondear los kilómetros recorridos en el año, por lo que luego de salir a la calle y tomarle algunas fotitas a la medalla, regresé corriendo a casa-maca, otros tres kilometritos a paso de snorlax cansado.

Y ya, la organización de la carrera se tiene que poner las pilas, pensar en nuevos recorridos, hacer corrales por tiempo y agilizar la salida e ingreso del Mateo Flores. Es una carrera bonita, a pesar de los inconvenientes, por las fechas y entusiasmo de los corredores, pero que puede ser mejor. Más hidratación se debe dar y quizás mejor memorabilia.

Y eso es todo, gracias por leerme, como siempre. Nos seguimos mirando en la ruteca. De acá, hasta la Max Tott 2015, que correré caxtoc mediante por tercera vez, el 25 de enero!

-Runner snorlax is flying on opiates!

El recorrido, San Silvestre 2014.



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