Max -Freaking- Tott!!! La de 2014!

La salida, a la espera de los pasos presurosos.
Y se llegó el día! Un domingo que amaneció frío y nublado lo justo. Tengo la ventaja de vivir cerca del Cerro del Carmen y la Avenida Juan Chapín, por lo que el punto de salida era cercano y me pude saltar la madrugada obligatoria de los días de carreras grandes. Apuré un vaso de agua de plátano y procedí a ponerme el disfraz de runner: un molotito que había dejado preparado desde la noche anterior, mis mizuno wave rider 16 amarillos que piden pelo, mi pantaloneta adidas también bastante penqueada, la playera nueva para correr regalo de mi hermana linda brujis, mi gorra personalizada por mis hijos, mis lentes de patas también amarillas y el cinturón para guardar cosillas, que ha sido por cierto, de los pocos regalos útiles que he obtenido en las expos de carreras, este, cortesía de Prensa Libre (claro, Libre), en donde acomodé mi frijolito y el ipod touch junto a como cuarenta quetzales por aquello de las emergencias.

Linda candelareña, casita de chulala.

Un amanecer frío les dije, pero no de esos que lo dejan a uno aterido, sino estimulante junto a los nervios previos a la carrera. Atravesé caminando a paso ligero las avenidas y calles que me separaban del punto de salida, ya al llegar a la Iglesia de Candelaria me topé con un buen puñado de corredores que buscaban parqueo, que se estiraban y alegres se saludaban en anticipación a la faena. La luz de las primeras horas embellecía la fachada del templo donde dos de mis tres hijos han recibido el agua del bautismo por la fe católica de mi madre, su madre y mis abuelos paternos. Bajé por la Calle Primera hasta el Cerrito del Carmen, ese pulmón en medio del concreto (lugar común), que tanto disfruto recorrer. La meta me saludó desde sus barricadas y me sacudió el nerviosismo y la antesala. Tocó bordear el cerrito por su espalda, pasando por los escondrijos de sus putas tristes (gabo dixit), hasta llegar al inicio de la Avenida Juan Chapín. Faltaban apenas minutos para la largada, señalada a las 7 de la mañana, por lo que me dediqué a estirar un poco y afilar la mente.

Eso, el running snorlax en su corralito.
Y dieron la salida, éramos miles, quizás unos cinco mil, malo como soy para calcular (y para casi todo), no había preparado el ipod con mi playlist personalizada para medias maratones, por lo que me acompañó AC/DC y su disco de grandes éxitos, el que cumplió con creces en mantenerme animado y distraído. (Ah de los dioses paganos que inspiraron Thunderstruck, algún día les encenderé un pom, una veladora para darles las gracias, pequeñas, por esa pieza tan poderosa y emotiva).

Pronto era la Candelaria de nuevo, y la 14 avenida y los rumbos del Mercado Colón. No había podido calentar bien y sentía los tobillos duros, no quería aflojar el paso sin embargo, antes de bajar a los rumbos del Puente Asunción estaba la marca del kilómetro 1. Faltaban 20.

El grupo estaba apretado todavía cuando subimos Jardines. La hidratación era suficiente aunque me parece que los patojos en cada una de las estaciones no siempre son tan chispudos como se necesita. Algunos, otros sí se ponen las pilas y se distribuyen en el camino para tomar las bolsas o vasitos con más agilidad, mientras que en algotras estaciones se forman colas y moloteras que me recuerda a la tienda de los días del colegio San Cebollas.

Pronto era el Muñecón y un descenso prolongado que las piernas agradecieron. Había entrado en calor ya y el ritmo se mantenía en 6 minutos 30 segundos por kilómetro, centavitos más o menos, pero se venía el Austriaco y su cuesta endemoniada, ascenso que quema con un fuego infernal alimentado con glucógeno y lactato. Una encrucijada y una curva, iniciamos el ascenso con la bendición de Hécate. Dura es la cuesta del Austriaco, jodida, traté de no bajar el paso pero siempre se resiente. Como en nueve minutos logré treparla. Y las piernas quedan sentidas, disminuidas por el esfuerzo.

A Cayalá le sigue una cuesta, ¡bendita! por el Bulevar Rafael Landívar, que se hace corta pero en la que se logran recuperar lo ánimos y se arrejuntan las fuerzas. Una curva y empieza el ascenso por ese paso a desnivel nominado en memoria de Rafael Carrera. La mente se fortalece con esto de las corridas mis amigos, las distancias, se acortan al conocerlas y haberlas recorrido.

El ascenso se me hizo menos pesaroso que el año pasado, casi en el retorno y el final de la subida mi buen y antiguo amigo ER estaba haciendo porras y me regaló una botella de gatorade, sus ánimos y la hidratación me fueron reconfortantes para ese tramo final. Ya en la bajada, el amic CR también me tiró un saludo, para enfilar el descenso final más sonriente que el ascenso previo.

Y ya, eran quizás un poco más de 5 kilómetros que se sintieron como un suspiro. El columpio del Campo Marte apenas se padeció, requiriendo el último esfuerzo. En la vuelta cerca del antiguo comisariato me saludó Raúl Sosa, de MaratónGuate, y amable me tomó una fotica que no he terminado de encontrar entre las miles que se disparan ese día. Buena onda por aquel y esa su loable labor de documentar nuestras corridas y sudadas. Me saludó "Snorlax", lo que me produjo mucha gracia y regocijo.

En el kilómetro 20 (real, siento que los cartelones estaban posicionados erróneamente, sobre todo en el tramo final), me esperaban mis bichitos canaleños, los que valientes corrieron conmigo (y su mamá) el kilómetro último. Bravo para mi grillo-chan, que inicia así su reto 2014 en que le he prometido que cada kilómetro se le cambiarán por 100 devaluados quetzalitos para la compra de juegos para su nintendo 3ds XL, pero dobles porras para la cuchis, quien con apenas cinco añitos se disparó su primer kilómetro completo, habiendo corrido antes solo los 250 metros de la carrera infantil de Kerns.

Cerré duro el tramo final, ya en los linderos del Mateo Flores, deteniendo mi crono en 2 horas 28 (el tiempo del chip fue de 2 horas 27 minutos 39 segundos), mi mejor tiempo de media maratón hasta ahora! Mejorando mi anterior mejor marca en tres minutitos y en VEINTIDÓS mi pésimo tiempo de Xela 2013.

Me colocaron la medalla, tan similar a la del año pasado, pero que sentí más merecida. Carrera rica. Cansancio y alegría trenzados.

Que se vengan otras medias, que se venga Cobán! Y en el horizonte, la Maya, la Maya! Mi preciosa, mi temida, mi anhelada! Lo mejor está por venir.

Abrazos a tots.

Nos miramos en la ruta.

-Snorlax used rest.
-Snorlax is fast asleep.

Comentarios

  1. Excelente tu descripción de la carrera! Felicitaciones! "Googleando" me encontre con tu blog, muy bueno, voy a tomarme tiempo para leer tus publicaciones, recien tengo un par de meses de volver a los entrenos y ando desactualizado en cuanto a las carreras, recorridos y fechas, como en el caso de la Max Tott que la corrí cuando tenía 17 años y finalizaba la Plazuela España, pero que gracias a Dios este año también la pude correr igual que tu persona. Saludos desde Sumpango!!!

    ResponderEliminar
  2. pues gracias por leer y comentar! bienvenido de vuelta a las carreras! nos miramos en la ruta!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares